lunes, 8 de julio de 2013

Previo Aviso

Mi primer tasa de café...  aun sigo en la prima de alarido que da por reflejo y reflexión la luz del día que despierta mis sentidos, creo haber escuchado un sonido peculiar que se expone ante mis oídos. Mis miembros que abren camino a la movilización, por algún objetivo en particular, desplazan conjuntamente lo que resta de mi cuerpo desembocando en la perilla de la puerta o picaporte según lo entienda cada ser.
Creando un movimiento, ni un poco mas, ni un poco menos intrigado. Que esa placa madre de mi organismo, con las entradas visuales en la latitud, longitud justa y precisa del objetivo a identificar. Abrí la puerta y ahí posada frente a mi cargando en su hombro un previo aviso, ella el amor y la vida, el dolor y la vida, ahí la muerte.

- Cada vida con su alma, cada quien con su puerta-


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